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    Rojas Marcos y las listas de facebook.

    Jugando el otro día con las listas de facebook recordé una teoría que leí hace tiempo de Luis Rojas Marcos relacionada con los círculos de amistades, creo que en su libro «Nuestra incierta vida normal»

    Rojas Marcos cuenta cómo organizamos nuestra vida social en base a círculos de relaciones y que lo habitual es contar con varios círculos (trabajo, familia, amigos de toda la vida, conocidos del curso de teatro, los del paddle,…). Dice que las personas que tienden a relaccionarse en un único círculo dónde se juntan todas sus relaciones suelen ser más débiles ante la adversidad. Tener un único círculo significa que la familia, el trabajo, los amigos, etc. se encuentran en el mismo ámbito. Por el contrario, Rojas Marcos, defiende la teoría de que debemos relacionarnos en diferentes círculos, por si llegado el momento uno de ellos se derrumba tener otros a los que agarrarnos.

    En los últimos años, con la aparición de las redes sociales (Facebook, Tuenti, Twitter, LinkedIn), el uso de internet para relacionarnos ha tomado una dimensión desconocida, y hasta cierto punto abrumadora. Es curioso cómo las personas vamos, casi siempre, por detrás de la tecnología, como a trompicones – no termino de aprender a manejar el fax cuando deja de usarse porque el correo electrónico se populariza, y cuando ya entiendo lo que es poner en copia oculta a alguien, aparecen las redes sociales.

    Las listas de amigos de Facebook nos permiten gestionar nuestros círculos de relaciones para así actuar con cada uno de ellos de forma diferente. Yo no comparto lo mismo, ni me comporto de la misma manera, con mi familia que con una persona con la que juego a la ajedrez un par de veces al mes. Es más, tampoco me agrada que la gente se comporte conmigo de forma inapropiada, no me siento cómodo cuando la gente que apenas conozco comparte cosas personales conmigo. El enfoque del «café para todos» que teníamos los primeros años de facebook ya no sirve.

    El manejo de las listas en Facebook es realmente sencilla. Basta con buscar el botón «Crear una lista» en la sección de amigos y a partir de ese momento empezar a establecer en qué ámbito nos comunicamos mediante un candadito que aparece cuando pones algo en el muro, subes fotos, etc. Varias cuestiones sobre las listas de amigos de Facebook:

    • nuestros amigos no pueden saber en qué círculo les hemos ubicado ni siquiera si les eliminamos de un círculo
    • los círculos pueden ser de cualquier tamaño
    • una persona puede estar en varios círculos a la vez
    • se puede actuar sobre personas individuales y sobre listas, e incluso de forma excluyente (por ejemplo, a todos menos a los del círculo «gente super-seria»)
    • las acciones sobre las que establecer a qué círculos nos dirigimos son:
      • compartir en el muro
      • enviar mensaje
      • compartir fotos
    • a los comentarios que hagamos en perfiles de otros (muro, fotos,…) no se les puede establecer el círculo al que nos queremos dirigir

    En la red hay mucha información donde se explica cómo gestionar las listas.

    Pensando en cómo pueden usar las ONG este tema de los círculos me viene a la cabeza la palabra segmentación. El salto que Facebook nos permite dar en este punto es el de realizar una comunicación segmentada, esto es, no comunicar ni lo mismo, ni con la misma intensidad con todos. Si hablamos de la intensidad, nos encontraremos que tendremos seguidores a los que les moleste que seamos demasiado activos y llegarán al punto de, o bien dejar de seguirnos, o simplemente le darán al eliminar y luego al «ocultar a…». Por el contrario, tendremos seguidores que serán superactivos y que están deseando participar más. Si hablamos del tema, también podremos realizar segmentaciones y dirigir mejor la comunicación (por ejemplo una lista para «voluntariado», otra para «donantes», otra para «racismo». Este segundo uso de la segmentación es más difícil de gestionar desde el punto de que el usuario no es consciente es estar en una u otra lista, sino que el usuario es seguidos nuestro y nosotros somos los que creamos la lista sin contar con el usuario.

    No quiero terminar este post sin dejaros varias «perlas» de este libro:

    • «Los seres humanos tenemos una tendencia innata a perseguir el bienestar emocional a través de la solidaridad
    • «Esta investigadora del carácter humano demostró que los hombres y las mujeres optimistas, antes de tomar decisiones importantes, sopesan tanto los aspectos favorables como los desfavorables de las cosas, mientras que los pesimistas se limitan a enfocar únicamente los aspectos desfavorables.»
    • «Especialmente perturbadora es la sospecha de que ciertos dirigentes, ayudados por los medios de comunicación, puedan estar fomentando el miedo colectivo con el fin de estimular entre los ciudadanos el espíritu de unidad conformista que suele provocar el temor compartido y, de paso, conseguir apoyo ciego a «medidas protectoras excepcionales». A menudos estas medidas son políticas autoritarias represivas que restringen las libertadas civiles o permiten la invasión de la vida privada y que, en condiciones normales, no serían admisibles.»

    La innata solidaridad del ser humano, el optimismo o la cultura del miedo son temas que dan para mucho y que poco tienen que ver con este post, pero no he podido resistirme a dejarlo caer aquí.

    Un artículo de

    • Santiago Alvarez

      Director adjunto y socio fundador. Experto en tecnología web, construcción de servicios online y en gestión empresarial. La culpa de todo este tinglao la tiene él.

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