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    Lectura fácil para una comunicación más accesible.

    Son muchas y muy variadas las publicaciones que a diario lanza nuestra entidad, pero si queremos que en ellas tengan cabida todas las personas, es importante pensar en las posibles dificultades que le pueden surgir a la audiencia la hora de comprenderlas. Para ello, os proponemos utilizar la lectura fácil como vehículo hacia una sociedad más inclusiva en la que se apueste por la accesibilidad cognitiva. De esta manera, os traemos un artículo basado en la Guía de Lectura Fácil: Métodos de redacción y evaluación, escrita por Oscar García Muñoz, y complementado con diferentes ejemplos y artículos de interés.

    En esta publicación se muestran las principales fórmulas que existen y que debemos seguir si queremos que los textos de nuestra entidad sean comprensibles para toda la ciudadanía. Además, a lo largo del documento también se presentan propuestas para poder llevar a cabo una evaluación de los contenidos que posteriormente vamos a publicar. ¡Sigue leyendo y rompe todas las barreras de tu contenido!

    ¿Qué es lectura fácil y por qué debemos usarla a la hora de comunicar?

    Cuando hablamos de discapacidad intelectual estamos hablando de heterogeneidad, y es que, aunque haya personas con una misma discapacidad, cada una de ellas es diferente, por lo que es muy complicado plantear soluciones estandarizadas. Así, lo conveniente sería hablar de soluciones parciales, entre las que se encuentra la lectura fácil. Un método que no sólo ayuda a las personas con discapacidad, sino también sirve para las personas con baja formación cultural, personas con dificultad del lenguaje o personas extranjeras.

    La lectura fácil surge como una herramienta que facilita el acceso a la información, la cultura y la literatura, un derecho fundamental de todas las personas. Y no solo es un derecho, sino que además es el vehículo que permite el ejercicio de otros, como por ejemplo el de participación y toma de decisiones, así como la capacidad de desarrollar una vida de manera autónoma. Estamos ante a un método que busca crear entornos accesibles para todas las personas, eliminando las barreras para la comprensión, el aprendizaje y la participación.

    Aunque pueda ser lo primero con lo que lo asociemos, por lectura fácil no sólo entendemos la adaptación de los contenidos en formato texto, sino que también abarca las diferentes ilustraciones y maquetaciones que nuestra entidad realice. Es un contenido publicado en un lenguaje sencillo y claro, que se sirve de imágenes y dibujos para favorecer la asociación de ideas, y que podemos encontrar tanto en textos informativos como en textos literarios o culturales.

    Por el contrario, la lectura fácil no es una traducción del texto, ni una sustitución o resumen de las ideas del texto original. Tampoco se trata de un texto mermado, pedagógico, ni debe utilizar un lenguaje más empobrecido que un contenido en lectura difícil. Por supuesto, la lectura fácil tampoco es ninguna fórmula para enseñar a leer, ni debe considerarse como una solución universal.

    Como explicábamos al principio, es imposible crear un contenido que se adapte a las capacidades de todas las personas con dificultades de lectura, escritura o comprensión. Por ello, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas establece tres niveles:

    1. NIVEL 1. Este sería el más sencillo. Abundancia de ilustraciones, poco texto, y de escasa complejidad sintáctica y lingüística. Estaríamos hablando de entre 500 y 1.200 palabras de muy alta o alta frecuencia de uso. En este nivel seguiríamos, principalmente, la estructura sujeto, verbo y objeto en cada frase y limitaríamos la cantidad de subordinadas. No debemos incluir más de 15 palabras de media por oración.
    2. NIVEL 2. En este caso utilizaríamos vocabulario y expresiones de la vida cotidiana, acciones fáciles e ilustraciones. Los textos deberían estar entre las 1.200 y las 2.000 palabras y utilizaríamos expresiones de frecuencia muy alta, alta o notable. No debemos incluir más de 20 palabras de media por oración.
    3. NIVEL 3. Este sería el más complejo. Podríamos publicar textos más largos, con palabras poco habituales y en sentido figurado. Estaríamos hablando de contenidos de entre 2.000 y 3.000 palabras, y la media de longitud por oración puede exceder las 20 palabras.

    ¿Por dónde empezar?

    A estas alturas creo que ya te habremos convencido para que des una vuelta a tus publicaciones antes de lanzarlas, pero ¿qué es lo primero que debemos saber antes de empezar?

    1. El primer paso que debemos dar es preguntarnos por la finalidad de nuestra publicación, qué queremos decir con ella, y por qué va a ser importante para nuestra audiencia.
    2. A partir de ahí, elaboraremos una lista de contenidos clave que tenemos que incluir, para posteriormente llevar a cabo
    3. la redacción,
    4. maquetación
    5. y evaluación de la misma.

    Además, antes de empezar a redactar debes conocer cuáles son los diez errores de accesibilidad más comunes. ¡No caigas en ellos!

    Pautas que te ayudarán a crear contenidos más accesibles

    A continuación, te traemos las principales pautas y recomendaciones que debes valorar si quieres romper con las barreras que impiden que el contenido de tu entidad sea comprensible para toda tu audiencia. Aunque también tenemos que recordar que estas pautas no deben considerarse como algo inamovible, sino que es preferible tratarlas como un contenido flexible y que se podrá adaptar en función del texto, del público al que nos dirijamos, de la creatividad y de la experiencia de la autora.

    REDACCIÓN

    En este apartado te presentamos las principales recomendaciones que deberás seguir para que tu entidad redacte de manera sencilla y accesible para todas. Además, te animamos a pasarte por las secciones de noticias de las webs de Plena Inclusión y de la Asociación Lectura Fácil para que te hagas una idea de cómo podrían quedar tus publicaciones.

    Ortografía

    • Los contenidos en lectura fácil no están opuestos a la corrección ortográfica, simplemente se deberán evitar los signos ortográficos que puedan dificultar la comprensión.
    • Las mayúsculas se utilizarán según la regla general.
    • El punto será el signo de puntuación fundamental para la separación de ideas. El uso de la coma se podrá aplicar para separar ítems de una lista de viñetas, pero es preferible el punto en lugar de la coma.
    • Se debe evitar el punto y coma, los puntos suspensivos, los corchetes, los paréntesis y los signos poco habituales.
    • Los dos puntos son útiles para introducir y completar ideas.
    • Los signos de entonación servirán para dar énfasis a los conceptos.
    • Las comillas se utilizarán de manera excepcional.
    • El guión o la raya son útiles para marcar el inicio de los diálogos.
    • Los números van mejor en cifra y los números grandes se podrán redondear o sustituir por expresiones como “mucho, alguno, varios…”. Además, debemos evitar los números romanos. Por su parte, los números de teléfono se redactarán de manera estándar.
    • Las fechas deberán redactarse de manera completa, incluyendo el nombre del día.

    Gramática

    • Mantener siempre la corrección gramatical.
    • Evitar tiempos como el futuro, el subjuntivo, el condicional y las formas compuestas.
    • Es preferible utilizar la voz activa.
    • Es mejor utilizar el estilo directo que el indirecto.
    • En la medida de lo posible habrá que evitar las perífrasis, la supresión del sujeto de la oración, las oraciones impersonales y las oraciones complejas.
    • Es recomendable utilizar oraciones simples, siguiendo la estructura de sujeto + verbo + objeto.
    • Las frases interrogativas y exclamativas favorecerán la comprensión.
    • Debemos centrarnos en las formas afirmativas, dejando a un lado las oraciones negativas, los giros y las dobles negaciones.
    • Se podrá utilizar imperativos en contextos claros.
    • Podremos recurrir a las anáforas y catáforas, siempre y cuando las referencias a las que se haga mención estén inmediatas.

    Léxico

    • Hay que utilizar palabras sencillas expresadas de manera simple.
    • Evitar el uso de palabras largas o de difícil pronunciación.
    • Reiterar los términos para mantener la legibilidad. Aquí es importante recalcar la necesidad de utilizar siempre el mismo sinónimo.
    • Evitar abreviaturas, acrónimos y siglas.
    • Las onomatopeyas y los ejemplos prácticos y de la vida diaria favorecerán la comprensión.
    • Será preferible la utilización de vídeos que describan acciones.
    • Los adverbios se podrán incluir, pero habrá que evitar utilizar los terminados en -mente.
    • Dejaremos a un lado los tecnicismos, las jergas, los xenismos, y las palabras que expresen juicios de valor.
    • El uso de porcentajes no ayudará a la lectura, es preferible suprimirlos.
    • Es conveniente incluir marcadores de cortesía como por ejemplo y gracias.

    Estilo

    • El texto deberá ser accesible para motivar la lectura.
    • Limitar el número de pautas, ideas y mensajes.
    • Es importante ser concisas, una idea por frase.
    • Repetir y resumir las ideas principales.
    • Utilizar un lenguaje coherente con la edad y nivel cultural. Eso sí, evitando un lenguaje infantilista.
    • Proporcionar información relevante y significativa.
    • Hay que dirigirse a la audiencia de forma respetuosa, directa y personal.
    • Evitar todo aquello innecesario, contar lo que se necesita.
    • No dar nada por sabido.
    • No introducir numerosos datos, puntos de vista, discusiones, variaciones o referencias.

    Noticia de Down España en versión lectura difícil y lectura fácil.

    Estamos seguras de que siguiendo estas pautas de redacción en lectura fácil vas a conseguir crear publicaciones muy chulas y accesibles, pero también lo puedes comprobar tú misma. A partir de la página 84 de la guía encontrarás las técnicas que te permitirán evaluar tus textos y comprobar que realmente te has expresado de manera correcta.

    DISEÑO Y MAQUETACIÓN

    Ya conoces como crear un texto lo más accesible posible, ahora llega el momento de pasar el protagonismo al diseño y la maquetación de tus publicaciones. Pero antes de nada, te recomendamos visitar las publicaciones en lectura fácil que recogen en las bibliotecas de sus webs Discapnet y Down España.

    Imágenes

    • Es conveniente incluir imágenes que apoyen al texto.
    • Las imágenes deben ser fáciles de entender y reconocer, precisas y relevantes en su significado, sencillas, con pocos detalles, familiares y que capten la atención.
    • Si enlazamos las imágenes con las ideas, es conveniente mantener la coherencia de un mismo dibujo para una misma idea.
    • Si se utiliza un color para transmitir un concepto, debemos incluir imágenes de refuerzo para daltónicos.
    • Se deben evitar los signos negativos, los diagramas, los gráficos y las barras técnicas.
    • Las ilustraciones tienen que reflejar la diversidad de las personas.
    • Las imágenes irán en color y tendrán que ser nítidas, grandes y de alta resolución. Además, deberán colocarse preferiblemente a la izquierda.
    • No envolver las imágenes con palabras, ni intercalar el texto con la imagen.
    • Dibujos o fotografías de lugares fáciles de reconocer.
    • Habrá que señalar el copyright, titular las imágenes y, preferiblemente, introducir llamadas a la acción con flechas o colores sobre la propia imagen.

    Tipografía

    • Se utilizarán dos tipos de letra como máximo.
    • El tamaño de letra estará entre 12 y 16, siendo recomendable 14.
    • Las tipografías utilizadas deberán ir sin remate.
    • No utilizar caracteres muy finos, ni cursivas, ni mayúsculas.
    • Utilizar negritas y subrayados ayudará a destacar las palabras.
    • Evitar efectos tipográficos como adornos, colores o sombras.
    • Si usamos caracteres blancos el fondo debe ser contrastado.
    • Utilizar interlineado acorde a la tipografía.
    • Reforzar la nitidez de los números.

    Composición del texto

    • Una oración por línea.
    • Las oraciones se cortarán en los puntos de ruptura natural del discurso.
    • Líneas de no más de 60 caracteres, mínimo de 5 palabras y máximo de 15 a 20.
    • El texto deberá ir alineado a la izquierda y los márgenes deberán ser amplios.
    • Las frases tendrán una longitud similar.
    • Es importante organizar el texto en bloques, dividiéndolo en párrafos y capítulos cortos. En el caso de que se incluya un listado, es mejor separar los ítems por viñetas en lugar de párrafos.
    • No se deberán partir las palabras con guiones, ni tampoco las frases en dos páginas.
    • Debemos mantener un ritmo regular y una distribución ordenada y poco densa.
    • Evitar el uso de artículos, pronombres, conjunciones y preposiciones al final del texto.
    • Es mejor seguir una composición horizontal que vertical, y evitar el diseño en columnas.

    Paginación

    • Al principio del contenido es importante colocar un índice que sirva de guía.
    • Numerar las páginas de forma correlativa, con el mismo tipo de letra y tamaño.
    • Incluir títulos y encabezamientos de página que ayuden a guiarse en los contenidos del texto.
    • Cada capítulo, materia o asunto deberá ir en una página.

    Portada y página de la guía en lectura fácil «Finanza para mortales» de Plena Inlcusión.

    Portada y página de la guía en lectura fácil "Finanza para mortales" de Plena Inlcusión

    PRODUCCIÓN

    Si tu entidad tiene pensado publicar contenidos en formato papel, y dejar por un momento el caótico mundo digital, estas recomendaciones son para ti. Esperamos que te sirva de ayuda este pequeño resumen, pero si necesitas saber más puedes consultar el documento al completo en este enlace.

    • Es importante utilizar papel de buena calidad: papel mate, de mínimo 90g/m2.
    • Color de fondo que ofrezca contraste, preferiblemente blanco.
    • Mejor presentar las obras en formato libro, no en hojas sueltas.
    • Presentar de manera que sea un contenido atractivo.
    • Portada con título, letra legible, y tamaño y contraste adecuado.
    • Formato A5 o superior.
    • Extensión de no más de 20 páginas.
    • Evitar que el pliegue de la encuadernación afecte a la zona del texto.
    • Producir la obra con diferentes pautas de color.
    • Imprimir en un formato fácil de fotocopiar.

    TEXTOS LITERARIOS

    De textos literarios sabe mucho Plena Inclusión, date una vuelta por su biblioteca de libros en lectura fácil y conoce de primera mano la mejor manera de presentar tus textos literarios.

    • Hay que organizar el contenido en función de los intereses y capacidades de las personas que nos leen.
    • Iniciar la narración situando en lugar y tiempo a la persona que nos lee. Además, es importante evitar las introducciones largas.
    • Redactar un capítulo o escena por página.
    • Alternar la narración y el diálogo separando ambos con líneas en blanco.
    • Es recomendable sangrar los textos de los diálogos.
    • Utilizar recursos estilísticos y formales que ayuden a la lectura.
    • No incluir muchos personajes.
    • Definir muy bien los personas y subrayar sus nombres propios varias veces.
    • Desarrollar una acción directa y simple, evitando los saltos de acción.
    • Sacrificar las descripciones e ir directamente a la intriga central.
    • Introducir el nombre de la persona que habla.

    Página del Libro 2 «La vida de Pedro Saputo» de Plena Inclusión Aragón.

    Página del Libro 2 "La vida de Pedro Saputo" de Plena Inclusión Aragón

    OTROS

    Para terminar, te traemos cuatro recomendaciones generales que te ayudarán a ser más inclusiva, independientemente del formato o el tema que estés tratando. Y si todo lo que contamos te parece poco, estos ocho documentos de la Asociación Lectura Fácil seguro que terminan por resolver todas tus dudas, aunque también nos las puedes dejar en comentarios…

    • En documentos largos debemos explicarle a la persona que nos lee que no hace falta que lo lea entero, y que puede pedir ayuda en el caso de que la necesite.
    • Dar una dirección de contacto para obtener más información ayudará a mostrarnos más cercanas y permitirá a las personas que nos leen tener un contacto al que acudir en el caso de duda o necesidad.
    • Es importante etiquetar el contenido con el logo de lectura fácil.
    • Además de todo esto, debemos tener en cuenta que quizás sea necesario incluir apoyos en formatos alternativos.

    Y, por cierto, tampoco queremos que te olvides de ser accesible en la web de tu entidad, así que échale un ojo a este post sobre “Posicionamiento, accesibilidad y usabilidad y gestión de contenidos”, y a este otro, “Claves para mejorar la accesibilidad web de tu ONG”.

    Ahora sí que ya no tienes excusa para tomar conciencia de la importancia que tiene la lectura fácil y empezar a crear contenido siguiendo este método. ¿Está tu organización concienciada con la accesibilidad cognitiva? ¿Publicáis contenido en lectura fácil? Cuéntanoslo en comentarios.

    Un artículo de

    • Marina Rojo

      Creadora de contenidos. Mientras hablas, reescribe las frases en su cabeza, las mejora, corrige su puntuación y te devuelve copies con traje de gala.

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